sábado, 7 de abril de 2007

The one and only; Grange by Pensfolds

Un gran vino y su particular historia
Si algo quiero dejar establecido es que existen miles de vinos, y de todos los niveles de precio. No podemos dejarnos llevar por este último factor para que sea lo que nos guie a la hora de clasificar un vino. Como he dicho anteriormente, he probado botellas de $100.00 al lado de una de $12.00 para ver como esta última se lleva enredada a la primera. Ahora, existen vinos que son clase aparte y que por este hecho sus precios están conforme a su calidad. Este es el caso en el vino que voy a reseñar aquí.
La uva Syrah es una cepa que da vinos grandes, especiados y poderosos. Es reina en el sur de Francia, en las regiones del Ródano y el Languedoc-Rousillon donde se producen los míticos Hermitage (Hermita) y los Chatenauf du Pape (Castillito del Papa). Su origen es trazado a tiempos bien antiguos, a Persia (Irán hoy día). De hecho, se argumenta que el vino que bebió Jesucristo fue de esta cepa.
En lo personal, la syrah es una de mis cepas favoritas por los vinos concentrados y fuertes que produce. Esta uva se cultiva en casi todas las regiones productoras del mundo, ya que es versatil y de alta adaptabilidad a suelos y clima. Sin embargo, han sido los autralianos quienes la han adoptado como suya al punto de cambiarle el nombre; Shiraz. Cuando usted lee este nombre es exáctamente lo mismo que la syrah, lo único que los “Aussies” le pusieron este apodo, y ¿quién discute con ellos?
Australia fue una colonia inglesa y se fundó como un lugar para enviar a los prisioneros del vasto imperio británico en el tiempo que la mitad del mundo les pertenecía. Es una isla continente cuya parte sureste cuenta con buenos terrenos y clima para la siembra de la vid y la producción de vinos, al punto que Australia es un gran exportador a nivel mundial con una industria vitivinícola muy sólida.
Para mediados del siglos XIX, un doctor inglés de nombre Thomas Pensfolds decidió establecerse en esta isla-continente y llevó consigo cepas de syrah. Las plantó en el sureste y se dieron de los más bien. Así las cosas fundó las Bodegas Pensfolds, que desde esa fecha hasta el sol de hoy producen vinos de muchas variedades distintas y diferentes escalas de precio. Para principios de la década de 1950, el enólogo de estas bodegas; Max Shubert, decide hacer un vino premium, a partir de la syrah, y experimenta seleccionando cuidadosamente las mejores uvas del valle de Barossa. La primera añada fue la de 1951 y le puso el nombre de Grange-Hermitage. Grange en honor al nombre de la casa original de la finca del Dr. Pensfolds y Hermitage porque quería emular a los grandes tintos del Hermitage francés. Los franceses protestaron este último nombre (con mucha razón) y lo acusaron de plagio, so, el Sr. Shubert le tuvo que quitar el nombre y se quedó Grange pelao.
Las primeras añadas pasaron sin pena ni gloria, no obstante a principios de 1960 empezaron a degustarse estas añadas originales, dejando estupefactos a los conocedores. El vino había añejado de una manera increíble, ganando matices y gran gusto en boca. Así nació una leyenda, el mejor vino de Australia y uno de los mejores del mundo. La añada de 1990 del Pensfolds Grange fue catalogada por la revista Wine Spectator como el mejor vino tinto del siglo 20. Son escasas las botellas que quedan de ese año, sólo se pueden conseguir en subastas, y sus precios comienzan en los $3,000.00.
En Puerto Rico los vinos Pensfolds son distribuídos por V. Suarez pero yo nunca, nunca, he visto una botella de un Grange en su tienda. Mi amigo en estas lides vinícolas y gatronómicas, Chapu, me jura y perjura que vió botellas en Costco, yo compro mucho ahí y nunca las he visto. Siempre me ha dicho que quiere probar uno, a lo que yo le contesté que él, como dueño de un Restaurante, y con acceso directo al distribuidor, pues puede pedírselo, ya que a ellos les dan prioridad. Así fue, le solicitó una botella de un Grange a su representante en V. Suarez y “voila”, se la trajo.
La última añada de Grange sacada al mercado en mayo del 2006 es la del 2001 . Es importante notar que le precio “upon release” usualmente comienza en los altos $200.00 y más. Si esa particular añada es reseñada positivamente, con altas puntuaciones de los especialistas, este costo se dispara automáticamente. Esto es lo que usualmente sucede. Añádale el hecho de que estos vinos se degustan en su máximo esplendor luego de laaaaargos años, de hecho el “peak drinking” de un Grange 2001 es del 2009 al 2038! Así que si usted quiere probar un Grange en su máxima expresión tendrá que aflojar su billetera porqué las añadas viejas cuestan cientos largos, usualmente miles.
En cuanto a éste, Chapu y yo teníamos la duda de si guardarlo y esperar dos años para matarlo o, como desesperados que somos, darle muerte ahora. Oiga, uno nunca sabe que le va a pasar a uno, así que como la vida es corta, y más en Puerto Rico donde te pueden pegar tres tiros por un espacio de estacionamiento en Plaza, pues nos decidimos por lo último.
La Cata
A la soltá les digo que es un vino de guarda, no está listo aún. Te dás cuenta desde que lo pruebas. Deja ver si puedo hacer una analogía pertinente aquí. Es como si un escucha de beísbol viera a un hijo tuyo de 15 años jugar y te dijera; “ese nene va a llegar a las grandes ligas”. Claro, tiene 15 años, lo que significa que tienes que esperar por lo menos tres o cuatro años más en lo que se desarrolla. Si lo tiras a las grandes ligas ahora lo hacen papilla. Eso pasa con el Grange, es un vino que va a explotar (y como) a partir del 2009 en adelante. Se puede beber ahora, pero es como si fuera un aborto, sacarlo antes de tiempo. A la vista se presenta azul púrpura, como jugo de uva Welch. En naríz es cerrado, no abre mucho, estuvimos poco más de una hora consumiéndolo y yo fui decantándolo poco a poco, dejándolo a una temperatura en torno a los 60 grados, y al final percibí tenue olor a “blackberries” con aromas a licorice, muy complejo. En boca es tánico, potente, concentrado con una acidéz de madre que se nota acompaña al caldo para ir dándole soporte con el paso de los laaaaargos años, bien guardado claro está en su nevera, a sus 55 grados, con la humedad controlada y fuera del alcance de los rayos directos del sol. Ya ordenamos otra botella para dejarla dormir como se merece, espero que nos llegue. Gran vino, 95 ptos. ($270.00). Nos tomamos este vino con un carpaccio de jamón serrano con lascas de queso Monterrey y escabeche de aceitunas para comenzar, luego le seguimos con un filete de res relleno de chorizos en salsa de setas que perfumé con el mismo Grange y un majado de yautía. Hartera sublime.
Until next time; Salud!!!!